Un par de años después, aproximadamente, del comienzo de la crisis económica española, que aún sigue vigente, al contrario que en otros países, por la unión de la crisis financiera mundial + el crack del boom inmobiliario, los bancos de nuestro país comenzaron a cerrar el grifo, al contrario que en los años de bonanza, donde cualquiera iba al banco y le daban un préstamo con el que hacer frente a la hipoteca, comprarse un coche nuevo e irse de crucero, mientras que hoy día es casi imposible conseguir un préstamo en el banco a no ser que tengas una nómina de más de 1.500€ y ninguna deuda en tu fichero personal -porque las entidades financieras lo saben todo sobre nosotros-.
Así, la forma más fácil de conseguir financiación para muchas personas en la actualidad es acudir a empresas privadas que ofrecen préstamos rápidos. Existen numerosas ofertas y casi todas son online. Éstas ofrecen préstamos rápidos que pueden oscilar desde los 80€ hasta los 800€, como por ejemplo Vivus, y que se contratan sin moverte de casa puesto que tan sólo hay que rellenar una serie de datos. Ya ves: rápido, fácil y sin papeleos.
Eso sí, hay que tener en cuenta que la devolución no es a largo plazo como en los préstamos bancarios, sino que es a corto plazo, suelen ser unos 30 días.
En fin, ¿necesitas un dinero rápido para hacer frente a un gasto inesperado?, ¿una avería en el coche?, ¿quieres irte de vacaciones y en la cuenta corriente no tienes ni 100€?, ¿tienes que cambiar la lavadora de casa? Pues, coge tu ordenador, busca en Google “préstamos rápidos”, analiza las diferentes opciones y elige la que mejor se adapte a tus necesidades. Ten en cuenta que no te pedirán avales ni nóminas, sólo que devuelvas el dinero solicitado en el plazo establecido.